Felicidad Noval es una de esas mujeres que cucharón en mano se comen la vida. Un terremoto de actividad e ideas que hacen de su amplio restaurante un punto de encuentro. ¿Que hay crisis? Ella no se limita a ofertar buenos menús (desde 7,50 euros), sino que monta una serie de cursos con títulos como Cocina para mileuristas o Croquetas y albóndigas... Magia con monedas de euro, y lo mejor: los cursos son gratis y muy divertidos. Esta socióloga argentina tiene una visión muy particular (y desmitificadora) de la cocina. Lo resume en un palabro: gastronomía luquitengas. Es decir, abrir la despensa y usar lo que haya, porque la hostelera también tiene sus reglas. Primera: "El verbo tirar no lo conjugo, en la cocina todo se aprovecha, salvo lo que se te quema". Segunda: "Atrévete a tunear". En uno de sus cursos (muy concurrido, conviene apuntarse en la web), alguien pregunta: "¿Le echo cebolla a la quiche?". Felicidad no duda: "Eso depende de si te gusta". Su gurú es su madre, de 84 años, "que cocina como los dioses" y que a veces se trae a los cursos para enseñar a hacer una pasta divina. Su objetivo: "Demostrar que cocinar no es caro ni difícil, y conseguir que los hombres metan las manos en la masa".
A CUERPO DE REY
Hilarión Eslava, 27 bis, patio interior del edificio Galaxia. Teléfono: 915 49 43 38. 'Web': www.acuerpoderey.es. Menú mediodía, 10 euros. Menú Rey, 17,50. A la carta, 30.
Entre las actividades más originales de este restaurante, que también ofrece catas de café o chocolate, están los Viajes sin movernos de la silla. Compinchada con la agencia de viajes Bacara y la librería especializada Perseo, Felicidad monta unas sesiones en las que se desmenuza un destino hablando de turismo, cultura y comida. Por ejemplo, para la tertulia sobre Senegal invitó a un músico, y luego cocinó delicias locales. Tras las navidades, A Cuerpo de Rey volverá a sus actividades; mientras tanto, su rico menú para grupos por 36 euros es una opción perfecta para animar las obligadas cenas de compañeros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de diciembre de 2008