El PNV salió ayer en defensa del director general del Museo Guggenheim de Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, y de la consejera de Cultura, Miren Azkarate. El grupo parlamentario peneuvista difundió un comunicado en el que descalifica el dictamen de la comisión parlamentaria que ha investigado la gestión de la pinacoteca, que concluye responsabilizando a ambos de las irregularidades descubiertas.
La nota, que habla en nombre de los dos representantes peneuvistas en esa comisión, Leire Corrales y Ricardo Gaztagaetxebarria, asegura que el dictamen, al que el PNV se opuso en la reunión de la comisión que lo aprobó el pasado martes, "no se atiene a los hechos y datos recogidos durante las sesiones de trabajo". La comisión investigó tanto la operación de cambio de divisas en la que el museo perdió más de seis millones de euros como el desfalco confesado por su director financiero, Roberto Cearsolo. "El único responsable del delito y fraude del Guggenheim es el ex director de Administración y Finanzas, Roberto Cearsolo", indica el PNV, en un intento de evitar que las responsabilidades políticas se extiendan en época preelectoral.
El texto coincide además con las tesis que sostiene Vidarte en la carta que hizo pública el viernes, en la que rechaza que las irregularidades se debiesen a su falta de control, y las achaca a la traición de la confianza que puso en Cearsolo.
El PNV cree también que el desfalco no se descubrió antes porque Cearsolo, "unico responsable del delito y el fraude" cometió varios delitos para ocultar sus manejos. "No vale extender las responsabilidades", añade.
Al igual que Vidarte, también el PNV sostiene que la operación de los seis millones fue "conservadora y no especulativa", según diversos informes, y reclama que se respete "al máximo la imagen del museo" sin "empañar la labor de todos sus responsables y profesionales".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de diciembre de 2008