Semana decisiva para el futuro del PP en Alicante, que el próximo domingo elegirá nueva dirección. El actual presidente, José Joaquín Ripoll, acentuó ayer su discurso alicantinista y advirtió de que la nueva ejecutiva "no será una delegación de la ejecutiva regional, como tampoco la regional es una filial de Madrid". Ripoll reunió al futuro núcleo duro (Gema Amor, Miguel Peralta, Miguel Ortiz, Mónica Lorente, Macarena Montesinos y Carlos Mazón) para marcar distancias de su rival, Manuel Pérez Fenoll, alcalde de Benidorm, avalado por la dirección regional en este proceso interno.
Ripoll aseguró que quiere un PP en Alicante "cohesionado y en paz". Unidad en las agrupaciones locales y que las "convulsiones externas de la ejecutiva regional acaben", pidió. Por eso exigió, "respeto" a las normas y a los procesos en la celebración del congreso. "Que vengan los observadores que quieran, pero no se trata de coger a los compromisarios por el cuello para que cambien su voto", dijo Ripoll, quien hizo un giño hacia su rival, al que le gustaría integrar en la futura ejecutiva. "Espero contar con Pérez Fenoll, aunque no comparto su opinión sobre la situación del PP, cuyo futuro es esplendoroso". El presidente provincial alardeó de haber situado al PP de Alicante en una posición de primacía total: de 32.000 a 53.0000 afiliados, (frente a los 9.000 del PSOE), 91 alcaldías y un respaldo electoral del 53% de los votos. Ripoll augura que el resultado del cónclave popular será de un 60% de los votos a su favor, y un 40% para su rival. Por su lado, Macarena Montesinos, tildó de "ruin, bajo y necio" la declaración de algunos compañeros del PP próximos a Fenoll que han asegurado que si pierde Ripoll creará otro partido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de diciembre de 2008