Rosa Llop es una diseñadora barcelonesa. En junio alguien empezó a mandar correo basura desde direcciones falsas que usaban su dominio, rosallop.com. "Durante tres meses llegaban devueltos a mi buzón entre mil y dos mil mensajes procedentes de servidores que los rechazaban por ser spam". Consultó algunos foros y descubrió que otras personas habían vivido lo mismo y sin solución: "Era horrible tener que pelearme con aquella basura. Me sentía impotente, además del perjuicio comercial y de que mi dominio acabara en todos los filtros antispam". Llop no denunció porque sabía que era imposible dar con el spammer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de diciembre de 2008