Cayo Lara, elegido nuevo coordinador de Izquierda Unida, realiza un llamamiento a la movilización popular encarnada en una huelga general, mas "no como un fin en sí mismo, sino para decirles a los poderosos que por aquí no vamos más a ningún camino". Ante tan elocuente llamada, sumamente atractiva para alguien que, como yo, quiere que las cosas cambien, que quiere ver cómo este capitalismo neoliberal salvaje ceja en su avaricioso empeño, sólo cabe decir que ojalá sea pronto. Que de verdad traslade su llamamiento a las calles y se materialice en alternativas realistas y pragmáticas. Porque, si tarda mucho quizás se encuentre con que nadie le acompañe en sus reivindicaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de diciembre de 2008