Los señores del Partido Popular se están rasgando las vestiduras pidiendo la dimisión de Pedro Castro, alcalde socialista de Getafe, tras sus desafortunadas palabras para los votantes de dicho partido.
Desgraciadamente para los populares, su senador, Manuel Fraga, ha tenido unas palabras más desafortunadas si cabe pocos días después contra los nacionalistas. Ahora no piden la dimisión de este político de sus filas. He aquí un nuevo ejemplo de la doble moral conservadora de un partido populista más que popular.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de diciembre de 2008