La galopante recesión y la necesidad de eludir la temida deflación obligó ayer a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) a dejar los tipos de interés en un mínimo histórico que oscilará entre el 0% y el 0,25%. Los expertos habían pronosticado una rebaja del precio del dinero, situado en el 1%, pero la drástica rebaja sorprendió a todos porque Washington se queda prácticamente sin margen de maniobra para utilizar los tipos como instrumento de reactivación económica. La Fed lo explicó con el argumento de que la gravedad de la situación, con la principal economía mundial en recesión, se ha agravado aún más en los últimos días. "He abandonado los principios de la economía de mercado", reconoció anoche George W. Bush.
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La clave reside en que la inflación sigue bajando (el 1,7% en noviembre) hasta situar el índice interanual en el 1,1%. Las autoridades estadounidenses estimaron que, de no corregirse la tendencia, la inflación llegaría al 0% en enero y a - 2% a mediados de año. Es decir, que EE UU caería en una deflación que haría imposible la reactivación, una situación que el país no sufre desde 1955. Es lo que ocurrió en Japón en la década pasada.
También como medida extraordinaria, la Fed anunció que prevé comprar bonos del Tesoro y activos vinculados a hipotecas para apoyar al sector de la vivienda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de diciembre de 2008