Cada año, en la copa de Navidad, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón recibe un regalo humorístico de los periodistas. Si en 2006, cuando terminó la M-30, se encontró con un chaleco de obra, ayer le entregaron un cartel para convertirle en hombre anuncio. Y el regidor, entre risas, les respondió: "Me habéis convencido. Quitaré de la ordenanza [de Publicidad Exterior] la prohibición". Gallardón había vetado al hombre anuncio por "vejatorio". La decisión fue contestada por la Comunidad, por invasión de competencias en terreno laboral.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de diciembre de 2008