Pese a las advertencias de la Junta de Andalucía y al mal tiempo, los inmigrantes siguen llegando a Huelva para intentar conseguir un trabajo en la recogida de la fresa, que arranca en febrero, tras no haberlo logrado en los olivares de Jaén y Córdoba. Los inmigrantes aguantan el tirón, a la espera de algo de suerte, en asentamientos improvisados, como el de la foto, en Lepe.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de diciembre de 2008