La madrugada en la que murió Álvaro Ussía, de 18 años, el pasado 15 de noviembre, la discoteca El Balcón de Rosales estaba llena de público. Sin embargo, de toda la gente que estaba en el local sólo ha testificado ante la policía una decena de personas, una cifra "muy baja", según Pedro Colina, abogado de la acusación particular. El letrado de la familia del joven ha hecho un llamamiento para que todos los clientes que vieran lo ocurrido acudan al juzgado o a la policía. "Cualquier cosa puede ser importante para la instrucción del caso, sobre todo, porque Álvaro fue expulsado con violencia de la sala y ya fuera le pegaron entre los porteros", explicó ayer el letrado durante una vistilla celebrada ante el titular del Juzgado número 43 de plaza de Castilla, José María Casado, que instruye el caso.
Los tres porteros acusados del crimen declararon ayer en el juzgado
Los tres porteros detenidos como supuestos responsables de la muerte del joven son David Alonso de Aubarede, David Sancio Gutiérrez y Antonio Sánchez Serrano, alias Pitoño. Los tres pasaron ayer por el juzgado para notificarles que serán juzgados por un jurado popular, ya que están imputados por un delito de homicidio. Todos ellos permanecen en prisión.
Las partes personadas, incluido el fiscal, solicitaron una serie de pruebas entre las que están la investigación de Fortesa, la empresa contratada para la seguridad del local y para la que trabajaban los tres acusados. También se ha pedido información al Ayuntamiento de Madrid sobre las licencias con las que contaba El Balcón de Rosales. Los abogados que defienden a los porteros pidieron que declararan todos los policías que actuaron en el caso, en especial, los de la Policía Científica que hicieron la inspección ocular del lugar del crimen, según fuentes judiciales. "Si se hacen todas las pruebas que han pedido las partes, la instrucción puede tardar más de un año. Y eso que el caso no es nada complicado, en principio", explicaron fuentes judiciales.
Por su parte, el fiscal y el abogado de la acusación particular pidieron que declararan los testigos que prestaron declaración en la policía. Aún se desconoce el informe de autopsia, ya que se está a la espera de los resultados de toxicología, según fuentes del caso.
Los tres detenidos llegaron al juzgado poco antes de la una de la tarde, esposados y escoltados por guardias civiles. Los tres se taparon la cara. Dos de ellos, de nombre David, con las capuchas de las sudaderas que llevaban. Antonio Sánchez se cubrió la cara parcialmente con un pasamontañas.
Estuvieron en la sala de vistas del Juzgado número 43 durante dos horas y media en la que prestaron declaración sobre lo ocurrido. Su contenido no ha trascendido, ya que los abogados rechazaron explicar sobre qué hablaron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de diciembre de 2008