El hilo de voz que el ministro de Economía utiliza en sus intervenciones contrasta con la rotundidad y el entusiasmo del Presidente del Gobierno.
Son como Don Quijote y Sancho Panza. El señor Zapatero arremete contra todos los que contradicen su ensoñación, esa quimera que le llevó a negar la crisis antaño y ahora le lleva a augurar su final el próximo año, basándose tan solo, en su innato optimismo. El realismo del señor Solbes le hace ver los problemas tal como son, sin ensoñaciones y sin los excesos dialécticos de su señor.
Pero es difícil mantenello y no enmendallo. Como el escudero ve la realidad y no puede seguir mintiendo trata de hablar lo más bajo posible porque las mentiras en bajo parecen menos y las malas noticias también. El señor Solbes ha dejado de ver Ínsulas Baratarias y gigantes donde todos los demás vemos molinos de viento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de diciembre de 2008