Leo Messi, futbolista argentino del Barcelona de vacaciones en su país, ha dicho que quiere disputar con su selección nacional el partido amistoso previsto contra Francia en Marsella el 11 de febrero. Las declaraciones del delantero -dice haber hablado de ello con Pep Guardiola- al canal TyC Sports han abierto la caja de los truenos: de jugar, se produciría la ruptura del pacto al que llegaron el Barça y la federación argentina el verano pasado, cuando el club azulgrana accedió finalmente a que Messi participara en los Juegos Olímpicos de Pekín.
"Tenemos la palabra de que Messi quedará liberado de los amistosos de toda la temporada", afirmó en agosto el secretario técnico del Barça, Txiki Begiristain. Acababa de llegar a un acuerdo no escrito con el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, que finiquitaba el rifirrafe a propósito de la participación o no de Messi en los Juegos. En la disputa intervino incluso, a favor del Barça, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
El secretario ejecutivo de la AFA, José Luis Meiszner, respondió ayer, en declaraciones a RAC-1, que lo que su federación y el Barça acordaron fue "estudiar en cada convocatoria la opción de llamar o no a Messi". Así, el delantero no jugó en noviembre el amistoso de Argentina contra Escocia, el primero disputado con Diego Maradona como seleccionador.
Maradona, precisamente, tiene previsto acudir al Camp Nou el próximo sábado para presenciar el partido de Liga entre el Barça y el Mallorca. En principio, Messi no jugará ese encuentro. Sí es probable que juegue Eto'o. El camerunés sorprendió ayer al volver a los entrenamientos tres días antes de lo previsto. Al igual que Cáceres, Messi, Alves y Keita, tenía permiso del entrenador para alargar las vacaciones hasta el viernes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de diciembre de 2008