En vísperas de dar por terminada la legislatura del bipartito, la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino, ejerció ayer como delegada regia en la Ofrenda de Traslación del Apóstol que cada año se celebra en la Catedral con la ausencia de cargos nacionalistas. Desde el púlpito, Villarino (en la foto junto al arzobispo de Santiago, Julián Barrio) reclamó "profundizar en lo que une, como la lengua y la cultura que nunca fueron motivo de confrontación".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de diciembre de 2008