Para superar la adicción a la cocaína se recurre a psicoterapia y psicofármacos, aunque no existe un tratamiento farmacológico específico, como la metadona, con la que se trata la dependencia de la heroína. En el caso de la cocaína, los ensayos clínicos empezarán entre enero y junio de este año. Ahora, más del 50% de los pacientes abandonan los programas de desintoxicación, dice José Pérez de los Cobos, presidente de la Sociedad Española de Toxicomanías. 164 adictos participarán en dicho ensayo, que durará alrededor de un año y en el que colaborarán 10 hospitales, coordinados por Pérez de los Cobos desde el Hospital de Sant Pau.
Se busca una sustancia que inhiba los efectos placenteros de la droga y estimule el sistema inmune para que cuando se tome cocaína, reconozca sus moléculas y ponga en marcha los mecanismos para producir anticuerpos que impidan que la cocaína pase de la sangre al cerebro y, por lo tanto, deje de producir su efecto.
"La abstinencia a la heroína es durísima, la persona está agitada y por eso necesita tomar la heroína", explica Pérez de los Cobos. En la cocaína es diferente. "La abstinencia se traduce en somnolencia, en un estado de letargo y sintomatología depresiva. La heroína es como el hambre, mientras que la cocaína es como el deseo que genera el sexo", concluye.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de enero de 2009