Una cosa es que un taxista sea eficaz y lleve al cliente a su destino de forma diligente, y otra muy distinta que para ello se salte las normas de tráfico. Pedro R. L., profesional del taxi de 60 años, fue sorprendido el sábado mientras circulaba a 180 kilómetros por hora en un tramo donde impera la limitación a 80. Los Mossos d'Esquadra le cazaron en la carretera A-2, a la altura de Sant Joan Despí. Los agentes descubrieron, además, que el hombre tenía el permiso retirado hasta diciembre: había perdido todos los puntos del carnet a causa de anteriores infracciones.
Los mossos circulaban por la vía a las ocho de la mañana cuando les avanzó el taxi a gran velocidad. Pese a que no había radar para fijar la velocidad, el vehículo policial tuvo que alcanzar los 180 por hora para ponerse a la altura del taxista e indicarle que se detuviera. Los policías constataron que el permiso de conducir de Pedro había perdido la vigencia en julio y le imputaron un delito contra la seguridad vial.
El gerente del Instituto Metropolitano del Taxi, Miguel Ángel Martín, dijo que analizará el informe policial y, en caso de que el taxista estuviera de servicio, abrirá un expediente informativo. Martín considera que la retirada de la credencial sería una "medida extrema", aunque se podría aplicar "si es reincidente y acumula otras sanciones graves".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de enero de 2009