Vengo escuchando desde hace tiempo los maravillosos precios que nos hacen las compañías aéreas. Mis amigos viajan a Tokio, ida y vuelta, por algo más de 600 euros; ir a París es una ganga; Londres..., ¡qué voy a contar!, está tirado, y así un día tras otro.
Bien, pues coger un avión en Burdeos para venir a Madrid me costaba en el mes de noviembre pasado 740 euros; sí, no me he equivocado, 740 euros, naturalmente, con Iberia. Eso sí, tenía la posibilidad de escoger la hora, ya que hay varios vuelos diarios. Y se me olvidaba un detalle: Iberia no tiene competencia, es la única compañía que hace ese trayecto. Bravo por Iberia y su política de precios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de enero de 2009