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Detectado el primer caso de 'vaca loca' en cuatro años

La Comunidad sacrificará a todos los bovinos de la granja

No sucedía desde 2004 en la región. La Consejería de Medio Ambiente informó ayer de que ha detectado un caso de encefalopatía espongiforme bovina, o mal de las vacas locas, en una explotación ganadera de Galapagar. El animal afectado, de 10 años, estaba destinado al consumo humano. La enfermedad se detectó gracias a los análisis que se realizan a todas las reses de más de 24 meses, tanto si han sido sacrificadas como si han muerto en la explotación. En este caso, el análisis se realizó en el matadero, precisó un portavoz de Medio Ambiente.

El Laboratorio regional de Sanidad Animal, en Colmenar Viejo, detectó el caso el pasado 29 de diciembre y envió las muestras de tejido al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. El diagnóstico se confirmó anteayer a última hora.

La Comunidad sacrificará a los 18 animales que hay actualmente en la explotación ganadera, de la que no ha querido desvelar más datos, así como a todos los que nacieron en la granja 12 meses antes y 12 meses después del nacimiento del animal afectado.

Desde el año 2000, en la Comunidad de Madrid se han detectado seis animales (incluyendo el de ayer) con el mal de las vacas locas. En toda España se han confirmado 744 casos de esta enfermedad desde 2000. En ese año se prohibió el consumo de harinas de carne, que son las que provocan el mal. La Comunidad aseguró ayer que este caso "no afectará a la cadena alimenticia".

Según Juan José Badiola, veterinario y experto en estas encefalopatías, "la tendencia de los últimos años es decreciente en el número de casos que se detectan, a pesar de que España sigue siendo uno de los países que aún presenta cifras más altas". "Porque la enfermedad se detectó más tarde, y porque seguramente llegó más tarde", explica.

Al principio de la enfermedad, en los años que siguieron a 2001, las reses con esta enfermedad eran jóvenes, de cuatro o cinco años, mientras que ahora son prácticamente todas mayores de siete años, incluso de 14. De hecho, explica Badiola, la analítica que se efectúa a todas las canales antes de entrar al mercado se hace sólo para animales mayores de 24 meses, pero se ha ampliado ese margen a los 48 meses, porque la estadística ya demuestra que por debajo de esa edad no se dan casos de infección.

Badiola calcula que cuando finalice este nuevo año se habrán descubierto unos quince casos, más o menos, en toda España.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de enero de 2009