Audi y Mercedes han confirmado la comercialización de dos versiones especiales de los R8 y SLR, respectivamente, sus modelos más potentes y elitistas. No parece el mejor momento para lanzar superdeportivos, pero las marcas prefieren seguir adelante con los proyectos desarrollados en tiempos de bonanza para rentabilizar la inversión realizada. Además, sus prestaciones y soluciones tecnológicas, y la admiración que despiertan, redundan en imagen y publicidad para su fabricante.
El Audi R8 estrena un enorme motor 5.2 V10 de 525 CV procedente del Lamborghini Gallardo. Con él, acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, alcanza 316 km/h y consume 13,7 litros de media, una cifra comedida para su potencial y sólo 0,1 litros superior a la de la versión con motor 4.2 V8 de 420 CV. Las rejillas de refrigeración, las llantas y las salidas de escapes son específicos y distinguen a esta variante, que se vende desde 157.900 euros.
La propuesta de Mercedes es aún más exclusiva. Se trata de una serie limitada del SLR, denominada Stirling Moss en homenaje al piloto británico que, con los SLR originales, dominó la legendaria carrera italiana de las Mille Miglia durante los años cincuenta. Sólo se fabricarán 75 unidades, que costarán alrededor de un millón de euros. Se lanzará en junio, cuando el actual SLR Roadster deje de fabricarse. Esta edición especial, pensada para coleccionistas, no lleva parabrisas ni techo, aunque incluye unas planchas para tapar el habitáculo al aparcar. Pero lo más impresionante son sus prestaciones, que lo convierten en uno de los descapotables más rápidos del mundo: pasa de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y llega a 350 km/h.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de enero de 2009