Una nevada mayor que la anunciada dejó ayer atrapados a cientos de miles de ciudadanos en el centro de España, sobre todo en Madrid y sus alrededores. La imprevisión de las autoridades, los errores en cadena de las instituciones y la falta de medios convirtieron ayer en ratoneras los accesos a la capital, y hasta el aeropuerto de Barajas estuvo cerrado durante cinco horas. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, reconoció fallos del Gobierno, la autonomía y el Ayuntamiento que contribuyeron al colapso. Lejos de los despachos, muchos ciudadanos perdieron la paciencia en medio del caos. Páginas 10 a 14
Editorial en la página 26
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de enero de 2009