El viernes una tormenta de nieve dejó a Madrid sumida en el caos, carreteras cortadas, accidentes, atascos y los servicios públicos desbordados ante los problemas causados por la nevada. Pero ayer los problemas parecían lejanos. Los madrileños aprovecharon el inicio del fin de semana para disfrutar de la nieve. La ciudad amaneció adornada por muñecos de nieve. Por la mañana muchas familias acudieron a los parques para jugar sobre el manto blanco. Incluso algún intrépido se atrevió a calzarse los esquís para desplazarse por las aceras blancas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de enero de 2009