El Café La Palma celebra en enero sus 14 años de intensa actividad y lo conmemora con una cata en la cantera indie, comenzando con la última historia bonita de la música nacional: El Guincho. Bajo ese nombre (otra forma de llamar al águila pescadora) edita discos en solitario Pablo Díaz-Reixa, músico canario que también anima el grupo Coconut.
Alegranza ha impactado en medio mundo con su radiante combinación de ritmos tropicales, cantos folclóricos y exuberancia personal. En tiempos, se hablaba de música del cuarto mundo para describir trabajos que evocaban formas étnicas con tecnología contemporánea. Lo de Pablo no necesita coartadas teóricas: se trata de una benévola erupción volcánica, que agita los cuerpos e invita a la sonrisa.
Se puede comprobar en la calle de la Palma, 62, el miércoles 14. Es el día de san Juan Ribera, fiesta en Puerto Rico; se me ocurre que El Guincho es uno de los pocos artistas españoles que podrían actuar en una fiesta callejera caribeña y salir triunfantes del trance.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de enero de 2009