"¡Ahora es posible; esta vez sí, esta vez lo lograremos!". Así empezó Xavier Trias, jefe de filas de Convergència i Unió (CiU) en el Ayuntamiento de Barcelona, la conferencia que ayer ofreció en el auditorio de la Pedrera de Barcelona. Trias, perdedor en las dos últimas elecciones municipales, evaluó la política barcelonesa y esbozó su propuesta de cambio. Entre el público, copado por la plana mayor de CiU y sus militantes, destacaban personalidades que no habían asistido a las proclamas del candidato convergente a la alcaldía. La presencia en la conferencia del consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany; del presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, y del secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, fue interpretada en CiU como una señal inequívoca de que las propuestas de Trias calarán en las elecciones municipales de 2011.
El candidato describió una Barcelona inactiva, deprimida, atrasada respecto a otras capitales europeas, pero con puntos fuertes por desarrollar; una ciudad con un gobierno que quiere, pero no puede. "No dudo de que el alcalde [Jordi] Hereu intenta hacer frente a la situación, pero es incapaz. Y la inacción del presente es el fracaso del futuro", proclamó. Para Trias, Hereu actúa en "el despacho, sin tener en cuenta a los barceloneses", una actitud de "presidencialismo vacío" que evidencia "una merma democrática". Ante tal situación, que Trias achacó a los 30 años que lleva el PSC en el poder municipal, el candidato de CiU se postuló como alcaldable para desarrollar los puntos que, según él, mejorarán la ciudad.
Cuatro ideas vertebran las propuestas de cambio de Trias: desarrollar un proyecto de progreso, que regenere el alma de Barcelona, que haga funcionar la ciudad, y todo con actitudes más abiertas y democráticas. En resumen, desgranó Trias, más consultas ciudadanas, mejor cuidado de las calles y de la seguridad y lograr que Barcelona ejerza de capital del catalanismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de enero de 2009