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El Celta garantiza su viabilidad tras el acuerdo con Caixanova

La salvación para el Celta está un poco más cerca después de que ayer, a última hora de la tarde, anunciase que ha cerrado un acuerdo con su principal acreedor, Caixanova. La caja compromete su apoyo a la propuesta de convenio de acreedores elaborada por el club y sobre el que ambas entidades han estado discutiendo en los últimos meses. Carlos Mouriño ha salvado así uno de los mayores escollos de futuro de la sociedad anónima deportiva, que sin este pacto tendría muy difícil, por no decir imposible, la supervivencia. El club, que no ha dado detalles sobre el contenido del acuerdo con la caja, tiene una deuda reconocida de 68,8 millones.

Ahora tendrá que trasladar al Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra el documento y seguir negociando con otros acreedores, en especial con Hacienda. En el informe que elaboraron los tres administradores concursales, hecho público en noviembre, quedó patente que el club evitó sistemáticamente la disolución presentando unas cuentas que, entre los ejercicios 2002-2003 y 2005-2006, no reflejaban la imagen fiel ni los resultados de la entidad, y que fueron confeccionadas para "enmascarar una situación financiera muy agobiante". De esta forma, Horacio Gómez, presidente por aquel entonces, eludió la obligación legal de disolución.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de enero de 2009