Para sorpresa de todos, el letrado de Juan José Ibarretxe dio un giro copernicano a su línea de defensa, y -después de haber pedido reiteradamente, durante la instrucción, el archivo de la causa- en sus alegaciones del pasado día 8 pidió la continuación del juicio para que se llegase al fondo de la cuestión.
Ignoro si el letrado Mikel Gotzon es aficionado a los toros o ha sido novillero en su juventud, pero más que un giro copernicano, lo que ha efectuado es una larga cambiada en toda regla. Según cuentan las crónicas -mirando a la presidencia, y con el aplomo de los grandes maestros-, el letrado solicitó que el tribunal reconociera las conversaciones de su cliente, legitime éstas, y así deje claro que en el futuro su cliente se pueda reunir con quien le venga en gana sin dar explicación alguna. ¡Genial! El diestro letrado, olvidando su línea anterior, y dejando a un lado la estrategia de la "humillación", que patrocinaba Urkullu, impresionó gratamente a sus partidarios, y sorprendió al público en general. Apuntó buenas maneras, y con su inesperado planteamiento eclipsó las actuaciones de sus compañeros, de las respectivas defensas, más conocidos en estas lides. Es una pena que el archivo de la causa nos prive de ver y oír otras actuaciones de la nueva figura de la "estrategia jurídico-taurina".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de enero de 2009