El Mobile World Congress, la mayor feria de telefonía móvil del mundo, no es inmune a la crisis. La edición de este año, que se celebrará en el recinto Montjuïc de Fira de Barcelona del 16 al 19 de febrero, prevé perder unos 5.000 visitantes por la crisis, aunque mantendrá el número de expositores, según explicó ayer el consejero delegado de GSMC (entidad que organiza el evento), John Hoffman.
Es un leve descenso dada la gravedad de la crisis económica mundial, sobre todo teniendo en cuenta que las previsiones apuntan a una asistencia de 50.000 profesionales, frente a los 55.000 de 2008, y a 1.300 expositores, como la edición anterior.
Hoffman explicó que el sector del móvil "no es como la banca, aún crece, aún funciona y continuará haciéndolo en 2009, en 2010 y en adelante", aunque sea en menor medida que "hace unos años".
El impacto económico del congreso será "similar al de 2008", señaló Agustín Cordón, director de Fira de Barcelona. Entonces, el congreso dejó 140 millones en la ciudad. El Mobile Congress seguirá en Barcelona más allá de 2012, de forma indefinida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de enero de 2009