"Si estás pensando en regresar... Tú eliges tu futuro", con este eslogan publicitario el Gobierno español, trata de dar una "oportunidad distinta" a los trabajadores de origen extranjero que estén parados: les acumulará en dos plazos la prestación por desempleo que les corresponda según sus cotizaciones previas; les pagará el billete de regreso y otros gastos de desplazamiento; pone a su disposición la cooperación española en el exterior, y financiará un proyecto empresarial de reintegración económica en el país de origen, si se considera viable.
En dos meses, se han acogido 1.400 extranjeros, de los 100.000 previstos, y el PP propone incrementar los incentivos económicos al retorno, para que sean 200.000.
Espero que los inmigrantes demuestren ser inteligentes, y no participen en este éxodo organizado, más que nada por egoísmo; si esta política se confirma, y nos libramos de los parados de origen extranjero, podría incentivar otras iniciativas para "invisibilizar" a otros parados (los jóvenes en casa de sus padres, las mujeres a la sombra del hogar, las empresas "deslocalizadas" se han de llevar a sus empleados...), porque los que no trabajan son siempre indeseables, también para un Gobierno de progreso como el nuestro de ahora.
Y los parados se empeñan en ser personas, mantienen el vicio de comer, vestirse y habitar un lugar adecuado a pesar del fracaso individual que supone para ellos no ser económicamente rentables, no valer como empleados, ni siquiera para uno de los muchos y probos empleadores que crean la riqueza patria, a los que estamos rescatando con miles de millones de euros para que no desaparezcan.
¡Si no estás en condiciones de trabajar, vete!, será el mensaje de la próxima campaña institucional sobre los parados, al tiempo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de enero de 2009