Hace tres años que Hugo escribió Final, un cortometraje sobre un chico en coma irreversible en el que participa Imanol Arias. Ahora, con 21 años y con el mismo corto, parte de una trilogía sobre padres e hijos, es el director más joven proclamado candidato en la historia de los Goya.
Pregunta. ¿Cómo empieza en esto?
Respuesta. Mi familia siempre ha estado relacionada con el cine y a los seis años actuaba y husmeaba por los rodajes. También gracias a La guerra de las galaxias.
P. ¿Recuerda cómo se le ocurrió la historia de Final?
R. Mi padre estuvo un tiempo en coma. Y mis abuelos me contaron lo horrible que fue. Lo escribí con 18 años. Y como siempre, de madrugada y de un tirón.
P. Conseguir un Goya con 21 años... Va a dejar por los suelos a Amenábar.
R. Siempre he sido el más joven en todo. Es bueno, pero a veces no te toman en serio. En la presentación de los nominados pensaban que yo era el chico de los canapés.
P. Y con 30 años, ¿un Oscar?
R. No estaría mal, pero me gustaría ganarlo antes de los 30.
P. ¿Mientras tanto, de qué vive?
R. Hago cosas en publicidad y de mi grupo de indie rock, Ciudad Dormitorio.
P. Comparta algo que nunca rodará, por estúpido.
R. Aparte de los dramones, me gusta la comedia. Tengo una idea sobre un superhéroe nefasto que nunca rodaré.
P. Sueñe con dos actores para su película.
R. Por soñar, me encantaría contar con Robert de Niro, Michael Caine, Tim Robbins y Sofía Loren, a la que pondría de viejecita, fea, amargada y con una manta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de enero de 2009