La justicia alemana condenó ayer al creador de la operadora de telefonía móvil Mobilcom, Gerhard Schmid, a libertad condicional de un año y nueve meses por tres casos de bancarrota con premeditación.
La Fiscalía había solicitado dos años y medio de prisión por haber desviado al extranjero en 2002 dinero en metálico y otros bienes de la empresa por valor de 1.200 millones de euros cuando ésta estaba a punto de ser embargada.
Mobilcom evitó la quiebra en 2002 gracias a un acuerdo con el Gobierno alemán. La firma obtuvo los créditos que necesitaba para cubrir una deuda de 4.200 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de enero de 2009