Se equivocan quienes dicen -las mujeres también- que en este país todavía existe el machismo. En este "moderno" país ya no está de moda ser machista, y lo que no está de moda no existe. Lo mismo que no existe la caballerosidad, salvo la dramática excepción del profesor Jesús Neira.
En este país lo que existe, desgraciadamente, es mucha hipocresía, y una grosería alarmante, y no precisamente en las capas más humildes de la sociedad. Aquí, el antiguo y desfasado machismo se ha sustituido por la más "intelectual y erudita" misoginia.
El PSOE, muy prudentemente, ha ordenado a todos sus altos cargos que no hagan el más mínimo comentario de la fotografía de Soraya Sáenz de Santamaría. El PP debería haber hecho lo mismo, y así evitaría las frases cursis y de compromiso de algunos de sus dirigentes, tales como "está muy guapa", o la foto es "muy bonita". Los militantes de cualquier partido y el público en general opinan libremente, y así se oye de todo. Ignoro dónde militará don César Vidal, a lo mejor en ningún sitio, pero su opinión no ha sido de las más adecuadas. El citado ha dicho que "la foto es de una extraña mujer después de una borrachera". En España no existe el machismo, lo que hay es mucha grosería, bastantes hipócritas y algún que otro misógino que no es sino un "machista culto". La libertad de expresión no debe estar reñida con las buenas maneras. El PSOE, por si acaso, ha mandado silencio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de enero de 2009