Dalí o el eterno sonido de la máquina registradora
No hay duda alguna de que el poso del tiempo ya le ha consagrado como una figura clave de la historia del arte del siglo XX. También como un precursor de la autopropaganda y como un genio incomparable de la mercadotecnia. Después de que los expertos hayan separado el grano de la paja, las dudas han dejado de empañar un talento que no siempre estuvo bien rodeado.