El primer ministro portugués, José Sócrates (socialista), y el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, dieron ayer en la ciudad de Chaves, junto a la frontera con Galicia, el pistoletazo de salida a la construcción de uno de los mayores proyectos hidroeléctricos de los últimos 25 años en Europa.
El complejo del Alto Támega supone una inversión de 1.700 millones de euros, 3.500 puestos de trabajo directos y 10.000 indirectos, una capacidad de producción de 1.135 megavatios (25% más de la que tiene actualmente Portugal), suficiente para atender el consumo anual de un millón de personas, y un descenso de las emisiones de CO2 de 1,2 toneladas al año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de enero de 2009