Hacía tiempo que no se vivía nada parecido en el Café Central, vicedecano entre los clubes de jazz de nuestra ciudad. Una semana con el aforo lleno y algunos quedándose fuera. Y todo, para escuchar a un trío de jazz muy poco convencional: CMS. Un nombre que corresponde a las iniciales de sus integrantes, Javier Colina (contrabajo), Marc Miralta (percusión) y Perico Sambeat (saxos). Vienen de tocar en Buenos Aires, Montevideo, Francfort, París, Londres... y la próxima semana estarán en Barcelona grabando su segundo disco.
Colina-Miralta-Sambeat son una sola voz sobre el escenario y tras el mismo. "Nos conocemos de hace tanto que, para nosotros, resulta natural hablar con una sola voz". Y se ríen, recordando a un espectador que les comparó con los míticos Cream de Eric Clapton. "Para parecernos a él", remarcan, "sólo nos falta tener la pasta que él tiene".
Cuestiones pecuniarias al margen, CMS son una máquina de jazz con cuerpo serrano y alma latina. Llegan hasta la estratosfera cuando mezclan a John Coltrane -Syeeda's song flute- con un joropo venezolano, y Verdad amarga, de Consuelo Velázquez, con los ritmos esquinados de Thelonious Monk. La audiencia les arranca un bis y otro. Si no hay más es porque las normas de la sala lo impiden, que a las doce de la noche hay que echar el cierre, no sea que alguien se chive a la autoridad.
Colina, Miralta y Sambeat estarán cada noche desde las 22.00 en el Café Central hasta el domingo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de enero de 2009