Las fuertes rachas de viento -que alcanzaron ayer velocidades de hasta 120 kilómetros por hora- han obligado a la empresa que gestiona la estación de esquí Sierra Nevada (Cetursa) a cerrar la estación durante casi todo el fin de semana, si bien ayer se abrieron 17 kilómetros de pista. La apertura progresiva de algunos tramos fue posible gracias a los trabajos de acondicionamiento en los remontes y al descenso de la fuerza del viento, según informó Cetursa en una nota. A pesar de las malas condiciones meteorológicas, con nevadas, fuerte viento y escasa visibilidad, muchos aficionados se animaron ayer a acudir a la estación. 3.550 personas, de las que 2.705 eran esquiadores, accedieron a las pistas. En la imagen, un hombre carga con sus esquís en medio de una nevada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de enero de 2009