Las peticiones de ayudas sociales, como las de pago del alquiler o becas para comedor, aumentaron en la ciudad de Barcelona el 15% de media en 2008 respecto al año anterior, explicó a Europa Press el segundo teniente de alcalde y responsable del área de Acción Social en el Ayuntamiento de Barcelona, Ricard Gomà.
Entre enero y agosto del año pasado el Consistorio atendió a un 13% más de familias con dificultades económicas a causa de la crisis. A finales de año ese porcentaje aumentó, según el tipo de ayuda, entre el 12% y el 18% respecto a 2007. El Ayuntamiento cuenta este año con el 25% más de presupuesto en el área social para poder fortalecer las acciones incluidas en el Plan de Acción Social, aprobado en 2005. Gomà constató que Barcelona ya había apostado por este tipo de actuaciones sociales, a pesar de no estar en una situación de crisis económica, por lo que ahora el objetivo es continuar aplicándolas y reforzarlas.
Sin techo
El aumento de estas peticiones no se ha reflejado en un aumento notable de las personas sin techo de la ciudad, ya que estos ciudadanos, en situación grave de exclusión social, existen "independientemente del ciclo económico", según el responsable municipal. Barcelona cuenta actualmente con 1.000 plazas de acogida para este colectivo, repartidas en 12 equipamientos, y está previsto crear 300 más.
Uno de los objetivos principales es crear 114 plazas más en viviendas de inclusión este año. Un informe sobre los sin techo titulado Quién duerme en la calle. Una investigación social y ciudadana, de la Obra Social de Caixa Catalunya, aseguraba en noviembre que Barcelona tiene 1.878 personas sin hogar. La mitad de ellas duermen en la calle y en asentamientos colectivos, y el resto en residencias de la red de atención a este colectivo.
Gomà señaló que no se trata de un problema de plazas, ya que hay una parte de estas personas que no quiere entrar en contacto con los servicios sociales, por lo que destacó la importancia de los educadores en la calle.
Otra de las dificultades de la actual crisis es conseguir la reinserción para las personas que viven en la calle en situación de exclusión social. El coordinador del albergue Sant Joan de Déu, Javier Prieto, explica que en los últimos meses las estancias en el centro son más largas ya que la inserción laboral es "nula". El centro cuenta con 50 plazas con una estancia media de uno a dos meses, que actualmente está llegando a los dos meses y medio para conseguir la inserción laboral y social de los usuarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de enero de 2009