Las cajas catalanas afrontan 2009 con un frenazo en la apertura de sucursales, tras varios años de expansión, para poner el énfasis en el refuerzo de sus divisiones inmobiliarias, a las que se les está multiplicando el trabajo debido al aumento de embargos por impago de créditos, tanto de promotoras y constructoras como de particulares.
Las dos entidades principales, La Caixa y Caixa Catalunya, han renovado sus políticas de oficinas. La caja presidida por Isidre Fainé está estudiando cerrar sucursales que están muy cerca entre ellas. Fuentes sindicales hablan de unas 250 en dos años, la mayoría en Cataluña y Baleares, aunque también prevé aperturas.
Caixa Catalunya finalizó en otoño su último plan de expansión y ahora está reforzando su apuesta por la banca de empresas y privada, explican fuentes de la entidad.
Ambas entidades han incrementado recursos (capital y plantilla) en sus dos sociedades inmobiliarias: Servihavitat y Procam, respectivamente, debido al aumento de la cartera que deben gestionar, que seguirá creciendo.
Caixa Girona ha cerrado cinco sucursales y Caixa Laietana dos. Caixa Tarragona no habla de cifras, pero "siempre" estudia las "oportunidades de optimizar" la red, y Caixa Sabadell está a la espera de "cómo evoluciona el mercado" para decidir sobre la red.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de enero de 2009