Solo se pronunciaron palabras de elogio y de respeto. Mikel de Epalza, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante y traductor del Corán al catalán, que falleció el pasado mes de diciembre a los 70 años, fue homenajeado ayer por el Centro Cultural Islámico de Valencia (CCIV) junto con el Consell Valencià de Cultura, por su trabajo y su empeño en desmontar los prejuicios hacia el mundo del islam y de los musulmanes.
Santiago Grisolía, presidente del Consell Valencià de Cultura, destacó la labor del arabista como destructor de los puentes de intolerancia gracias a su obra, la cual le valió el Premio Nacional de Traducción en 2003. Del mismo modo, Amparo Sánchez, presidenta del CCVI, afirmó que solo podía articular palabras de agradecimiento "por ser uno de los precursores del diálogo islamo-cristiano".
Por su parte, Daniel Benito, profesor titular en el departamento de Historia del Arte y conservador del patrimonio cultural de la Universitat de València, remarcó la trayectoria profesional de Mikel de Epalza y afirmó que además de académico, era un estudioso que no entendió su cultura "como un instrumento para favorecerse, sino como un privilegio otorgado a cambio del compromiso con la sociedad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de enero de 2009