Una maratoniana reunión entre la dirección de Sony España y los representantes de los trabajadores mantenía anoche en vilo el futuro de la planta de la multinacional de la electrónica de consumo en Viladecavalls (Vallès Occidental). Se trataba de la última reunión prevista para poder negociar un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 275 personas de las 1.200 que trabajan en la fábrica con contrato fijo. Sony ofrece reducir el número de afectados a 93 personas, siempre que el resto acepte una congelación del salario un par de años y también trabajar más horas. Fuentes de la negociación auguraron que el encuentro podría prolongarse hasta la madrugada. Los trabajadores no tenían una posición unitaria sobre la respuesta que debían dar a esta propuesta.
La compañía que dirige Pedro Navarrete sólo garantiza la continuidad de la planta catalana los dos próximos años, siempre que no se produzca una debacle en la venta de televisores en Europa. Ayer, un grupo de trabajadores se concentró frente a los servicios territoriales de Trabajo de Barcelona, para defender la viabilidad de la fábrica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de enero de 2009