Manuel Moix, fiscal jefe de Madrid, tiene sobre su mesa varias decenas de partes de seguimiento elaborados por agentes que, según escribían en los documentos, dependían de la Dirección General de Seguridad de la Comunidad de Madrid. En sus seguimientos, principalmente los que tenían como objetivo a Alfredo Prada, los agentes intentaban identificar a las personas que comían, cenaban, se reunían o se montaban en el vehículo con el entonces consejero de Justicia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de enero de 2009