Trabajadores del grupo automovilístico Fiat se manifestaron ayer en Roma para pedir al Gobierno italiano que ayude al sector, que atraviesa una profunda crisis de ventas que amenaza con dejar en la calle a 300.000 trabajadores en todo el país (de ellos, 60.000 en Fiat). El Ejecutivo ha ofrecido un paquete de incentivos fiscales para los ciudadanos que cambien su coche por uno menos contaminante, según la prensa, pero la industria y los sindicatos consideran esta medida insuficiente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de enero de 2009