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CARTAS AL DIRECTOR

El abandono de una fundación

A punto de cumplirse 11 años del asesinato de Alberto Jiménez-Becerril y de su esposa Ascensión García, acudimos a usted para expresar nuestra preocupación por la ausencia de actividades de la Fundación Alberto Jiménez Becerril contra el Terrorismo y la Violencia, entidad creada para honrar su memoria y que nosotros tuvimos la responsabilidad de dirigir entre 1998 y 2007.

Nos produce estupor y perplejidad que el "Premio Ascensión por la Paz" no haya sido convocado y que la justa vocación nacional e internacional con la que la Fundación Alberto Jiménez-Becerril nació, haya quedado reducida a una mínima expresión escolar y distrital. A nadie mejor que a nosotros nos consta la dificultad de gestionar al mismo tiempo recursos escasos y sensibilidades distintas, pero siempre tuvimos muy claro que nuestra primera obligación era mantener viva la memoria de Ascen y Alberto, a través de un programa de actividades que fuera lo más ambicioso posible.

Rotos los vínculos con las familias y desaparecidos los premios que llevaban los nombres de Ascen y Alberto, ¿para qué mantener una fundación que no tiene actividades, que carece de página web y que el buscador de la propia web municipal asegura que no existe?

Si el Ayuntamiento de Sevilla no sabe, no quiere o no puede estar a la altura, debería reconocerlo de una vez, porque ni la incompetencia ni la mala voluntad serían tolerables -otro año más- para los hijos, los familiares, los amigos y todas las personas decentes que desean que el Ayuntamiento de Sevilla honre, como debe ser, la memoria de Ascensión García y Alberto Jiménez-Becerril.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de enero de 2009