El pasado 27 de enero la ONU celebró el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto y en el programa se echaba muy en falta la presencia de algún representante del pueblo gitano, uno de los más diezmados por la barbarie nazi.
Hay que destacar que de los aproximadamente un millón de gitanos que vivían en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial, 220.000 murieron durante el Holocausto.
Así, la exclusión de los gitanos del programa de Naciones Unidas ha llevado al presidente del Foro Europeo Romaní y de Viajeros, Rudko Kawczynski, a lamentar profundamente tal decisión y a pedir una reunión urgente con el secretario general, Ban Ki-moon, para tratar la creciente marginalización del pueblo gitano en Europa e, incluso, en el reciente conflicto armado en Gaza donde, entre la población palestina, vive una minoría de gitanos domari a la que se ha marginado, aún más si cabe, durante y después de los ataques.
En resumen, y en palabras del activista gitano Ian Hancock (director del Centro Romaní de Archivos y Documentación de la Universidad de Texas-Austin): "La decisión de Naciones Unidas de excluir a los romaníes del recuerdo del Holocausto perpetúa la marginación de nuestro pueblo en el registro histórico". Sirva al menos esta carta como pequeño homenaje a las víctimas romaníes de todos los conflictos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de enero de 2009