Francisco Camps demostró ayer lo singular de su visión sobre Educación para la Ciudadanía. El jefe del Consell interpretó como un "varapalo" al Gobierno la sentencia del Supremo que rechaza la objeción de conciencia y desmonta el boicoteo del PP y de la Iglesia a la asignatura. Camps, que se empeñó en dar en inglés Ciudadanía para hacerla inviable, aseguró que la asignatura "ha sido destrozada de arriba abajo" en el fallo del Supremo que, en su opinión, demuestra que lo único que quería el Gobierno era "adoctrinar" a los jóvenes. El Gobierno tachó de "ignorancia supina" la declaración de Camps.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de enero de 2009