Uno de los termómetros de la economía comienza a mostrar que hay fiebre. Las exportaciones gallegas hasta octubre, de 13.520 millones de euros, reflejan un descenso del 1,6%, lo que significa que la comunidad autónoma ha dejado de vender en el exterior productos por valor de 220 millones. En el conjunto español la situación es inversa: las ventas crecieron un 6,6%. Si continúa esta tendencia, cuando se presenten los datos del cierre del año 2008, Andalucía podría arrebatar a Galicia el quinto puesto de la clasificación de comunidades autónomas más exportadoras. Una de las razones de este comportamiento está en la elevada dependencia del sector de las cuatro ruedas. La caída de producción de Citroën, con efecto dominó en la industria auxiliar de componentes, está detrás de la pérdida de peso de las exportaciones a Francia, del 5,4%. Aun así, continúa siendo el principal mercado.
Mejor se comportó el comercio con Portugal, el segundo país receptor de los productos gallegos, que compró un 7% más. Italia, Estados Unidos, Reino Unido y Marruecos completan, por este orden, la lista de los principales clientes. Sorprende que, mientras en el resto las variaciones son escasas, las ventas hacia el mercado del país alauí ha avanzaron un 14%.
El retroceso de las exportaciones gallegas fue especialmente significativo en capítulos como el mencionado del automóvil o la construcción naval, que hasta octubre vendió al exterior un 88% menos.
La caída de las exportaciones se compensa con un fuerte retroceso de las importaciones fruto de la caída de la demanda interna. De enero a octubre de 2008 el retroceso de las compras al exterior fue del 5,2%, hasta los 13.247 millones.
Con todo, estas cifras pueden ayudar alcanzar el superávit en la balanza comercial, tal y como pronosticó este verano el director territorial del ICEX en Galicia, Javier Tena.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de enero de 2009