La diplomacia tomó ayer El Foro Económico de Davos para activar la reconstrucción de Gaza. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó a la comunidad internacional 613 millones de dólares (unos 450 millones de euros) para ayudar al millón y medio de personas que están en una situación precaria en la franja, devastada después de tres largas semanas de ofensiva israelí.
Aprovechando la cita que reúne en Suiza a casi medio centenar de jefes de Gobierno, Ban aseguró que las primeras evaluaciones demuestran que miles de personas "se han quedado sin ningún acceso a alimentos o a servicios básicos de agua, saneamientos o salud". Tras cubrir sólo 80 millones del fondo para ayuda en Gaza, la ONU explicó que buena parte del dinero se dedicará a proporcionar viviendas a las 21.000 familias que han visto cómo la guerra ha destruido las suyas.
Mientras, el alto el fuego se tambalea cada día en la franja, aunque tanto Israel como Hamás parecen empeñados en que la violencia no se desate a gran escala. Israel violó la tregua antes de que Hamás lanzara el miércoles el primer cohete. Ayer, un miliciano resultó herido grave. Siete niños fueron alcanzados por metralla después de lanzarse un cohete.
Más complicado es encauzar la reconstrucción. Hamás no está dispuesto a que la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abbas se haga cargo. El enviado de EE UU para Oriente Próximo, George Mitchell, se entrevistó ayer con Abbas en Ramala (Cisjordania). Mitchell, que nunca citó al movimiento islamista, no lo excluyó de la reconstrucción. "Para tener éxito al impedir el tráfico ilegal de armas, debe haber un mecanismo que permita el flujo de mercancías legales, y ello debería llevarse a cabo con participación de la Autoridad Palestina", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de enero de 2009