El Ayuntamiento de Lleida, gobernado por el PSC, aprobó ayer de forma definitiva la ordenanza que sancionará el ejercicio de la prostitución en la calle. CiU y PP votaron junto con el equipo de gobierno la normativa, que entrará en vigor dentro de un mes y perseguirá tanto a las prostitutas como a los clientes que contraten sus servicios. ERC se abstuvo. ICV votó en contra. La Policía Local podrá sancionar a las personas que ejerzan dicha actividad en la vía pública y a sus clientes con multas que van de 300 a 3.000 euros.
El Consistorio también aprobó un plan de intervención sobre el trabajo sexual que pretende favorecer que las mujeres que se ven abocadas a ejercer la prostitución puedan abandonar ese trabajo y acceder al mundo laboral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de enero de 2009