El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, fue recibido ayer como un héroe por sus compatriotas en el aeropuerto de Estambul después de que protagonizara en Davos un acalorado debate sobre Gaza con el presidente de Israel, Simon Peres. Más tarde, Peres llamó a Erdogan por teléfono para evitar que el incidente afecte a las relaciones bilaterales y precisó que considera a Erdogan "un amigo".
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de enero de 2009