"No me van a encontrar en el juego", sentenció ayer el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, en los Desayunos de TVE, después de que su propio Gobierno admitiese el lunes que gastará 3,9 millones de euros en reformar tres salas de reunión de la Xunta. "Galicia no se merece esto en una campaña electoral en que el PP quiere verter camiones de basura encima de la mesa". La oposición respondió ayer que Touriño "va de víctima", y las víctimas son "los parados que le tienen que pagar los vicios de nuevo rico".
Touriño insistió en que la Xunta ha actuado "con transparencia". La pregunta sobre ese gasto, enviada por un espectador, irritó claramente a Touriño, que ya había arremetido contra la actitud de Feijóo al responder sobre el voto de los emigrantes: "Esta oposición parece que no encuentra un rato para ayudar, sino para descalificar". El presidente admitió la necesidad de hacer "una reflexión conjunta, con rigor y más sentido del país" sobre el voto en urna.
Mientras, su vicepresidente, Anxo Quintana, evitó entrar en la polémica. "He visto que se estaban remodelando esas dependencias", dijo, "pero no he conocido el proyecto en detalle, y tampoco voy a pronunciarme ahora por lo que dicen los medios de comunicación, ya que no tengo constancia cierta del gasto. Lo importante, en cualquier caso, es la transparencia; si se hace una obra, decir cuál es y para qué".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de febrero de 2009