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Una red que no acaba de modernizarse

Con casi 80 años de vida y unos 160.000 clientes repartidos entre Lugo, sus municipios limítrofes y la zona norte de la provincia, Barras Eléctricas Galaico-Asturianas (Begasa) lleva años inmersa en constantes planes que la empresa califica como proyectos de reelectrificación y que parecen no tener fin. Propiedad mayoritaria de los alemanes de E.ON desde 2007, la compañía suele hacer gala de que distribuye energía en una de la áreas más complicada de Galicia, desde el punto de vista orográfico, de la dispersión poblacional y de las condiciones climatológicas.

Begasa realiza inversiones en mejoras de la calidad del suministro a las que la Administración gallega aporta un 40% del total, a ejecutar en tres años. En ese reparto, a la filial de E.ON le tocó desembolsar 2,9 millones de euros, según sus propias cuentas, con mejoras en la automatización de la red de media tensión mediante la instalación de nuevos equipos y a la reelectrificación, fundamentalmente de baja tensión, así como a la instalación de nuevos centros de transformación. Entre los municipios donde se comprometió con la Xunta a realizar mejoras se encuentran Cervo, A Fonsagrada, Lugo, Meira, Modoñedo, A Pontenova, Rábade, O Vicedo, Vilalba y Viveiro.

La compañía tiene en marcha un plan estratégico que se prolongará hasta 2012. La estrategia de Begasa continuará la tendencia planteada hace cinco años: destinará a inversiones 80 millones, con un incremento de un 36%, a la vez que mantendrá un fuerte control interno sobre sus costes.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de febrero de 2009