El entorno del monasterio de Sant Miquel dels Reis es "un cúmulo de ruinas, degradación urbana y naves abandonadas", según denunció ayer la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch. El plan especial de protección de la zona está aprobado desde julio de 2001, pero los alrededores del monasterio siguen pendientes de la regeneración urbana, que prevé la rehabilitación de una alquería, la reordenación viaria, zonas verdes y la demolición con realojo de un edificio de diez alturas. El monasterio alberga la Biblioteca Valenciana y es Bien de Interés Cultural. Por ello, los socialistas presentarán a la Comisión de Urbanismo una moción que encargue a la empresa municipal Aumsa la gestión urbanística del plan. "El plan se aprobó hace ocho años y ni el Ayuntamiento ni la Generalitat han hecho nada", abundó Alborch.
"No es el momento más adecuado", dada la crisis, respondió el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver. El plan exige varias expropiaciones, "una cantidad importante de millones de euros", según Bellver, por lo que la actuación ahora "no es prioritaria" para el gobierno del PP.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de febrero de 2009