Estamos en crisis. La actividad económica cae y el desempleo aumenta alarmantemente. Todos los ciudadanos tenemos el deber cívico de aportar ideas para paliar la situación. Hay que buscar soluciones rápidas y prácticas.
En Burgos disfrutamos de zonas arboladas gracias a que, hace 50 años, un ingeniero de montes que fue alcalde en la época tuvo la brillante idea de reforestar diversos espacios de la ciudad que nos están sirviendo de pulmón a Burgos y de lugar de esparcimiento para los burgaleses. Todo un ejemplo a imitar. Plantar árboles es sembrar un futuro mejor.
España es un país con grave riesgo de desertización en amplias zonas de nuestro territorio; por otra parte, somos un país con alto índice de contaminación que nos aleja de cumplir el compromiso de Kioto. Reforestar mucho y bien es mi propuesta.
Acabamos de estrenar un año pésimo en lo económico, pero con un invierno frío y húmedo óptimo para realizar plantaciones de árboles en la primavera en multitud de lugares. Es el momento de dar protagonismo a lo rural y crear mucho empleo forestal. Ingenieros de montes y agentes forestales como expertos pueden asesorar primero y dirigir después dónde, cuándo, cómo y qué se puede y debe plantar en cada lugar. El país necesita árboles y los parados empleo, y los Gobiernos central y autónomos, ponerse las pilas. Todos sin excepción.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de febrero de 2009